viernes, 10 de abril de 2015

Gente

Gente, veo pasar gente. Las miro las reconozco y pienso sobre ellas, pero no les hablo. ¿Para que hablarles? ¿Para que tratar de entablar una conversación con gente que apenas si saben que existo? Pensamiento sobre lo que vivimos resuenan en mi cabeza. Pienso, en los momentos en los que ramos mejores amigas y nos contábamos hasta los mas profundos secretos. Pienso, en que esa persona parada frente a mi estuvo cinco años compartiendo mi colegio y no es capaz de decir hola. Pienso, que a veces la gente es mas falsa de lo que pensábamos que aparentaba ser.
Todo eso y mucho mas cruza por mi cabeza en cada uno de los segundos libres que tengo. Mi cabeza piensa, elucubra, organiza, imagina, SUEÑA. Sueña que tal vez en un momento de mi vida los que se hicieron llamar mis amigos cumplan con su deber al menos por unos momentos... Sueña que mis sueños se hagan realidad. Sueña que por UNA vez alguien comprenda.
Que alguien ME comprenda.
Yo suelo comprender a MUCHA gente, a mis mejores amigas, a mis compañeras a amigas virtuales que están al otro lado del mundo, a mis "ex-amigas", a mis amigos, a mis compañeros, a mis "ex-compañeros", a los que podrían en algún tipo de futuro cercano o lejano llegar a ser mis amigos, pero que no lo son. Escucho a toda esa gente. Les aconsejo. Les recomiendo. Les animo. Les consuelo.
¿Pero quién me anima a mi? ¿quién me recomienda? ¿quién me consuela? ¿quien me aconseja? ¿quién me escucha?
La gente. Ellos tratan de poder hacer algo. Pero son lo suficientemente egocéntricos, egoístas y arrogantes como para no darse cuenta que a mi también me pasa algo. Que yo se cuando es sumamente necesario que me consuelen y cuando sus problemas son mas inmediatos que los míos.
Pero así como yo me doy cuenta, ellos deberían. TODOS tenemos problemas, pero también TODOS necesitamos ayuda.

No se a donde quise llegar con esto, o que quise decir. Pero espero que lo que sea que dije, lo dijera.